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Entre los deportes, algunos conllevan mayor dificultad para desarrollarlos a buen nivel que otros, las razones son varias, incluyendo la complejidad innata del desarrollo de dicho deporte o disciplina pero hay una rama de los deportes, que para muchos, puede volverse cuesta arriba, se trata de los deportes acuáticos.
¿Por qué nos cuesta tanto dominar los deportes acuáticos?
El hecho de desarrollar deportes donde a veces hay que hacer maniobras varias, sobre la superficie del agua, ya nos explica la primera dificultad de esta rama de deportes.
Somos seres de tierra firme, nuestros cuerpos y sentido del equilibrio se desarrolla para estar en tierra firme, es por eso que la primera vez que subimos a un barco solemos marearnos o perder un poco el equilibrio (incluso los marineros lo sienten las primeras veces que suben a una embarcación).
Muchos deportes acuáticos nos exigen estar sobre una tabla, a veces a alta velocidad, manteniendo el equilibrio (lo que cuesta mucha práctica), mientras hacemos piruetas sobre dicha tabla. El surf es un deporte que luce tan divertido como lo es, pero no demuestra desde fuera lo complejo y difícil que puede llegar a ser dominar ese arte de montar sobre las olas con tanta maestría como lo hacen los profesionales.
La resistencia también es cuesta arriba
Otro de los elementos que hace tan difíciles todo tipo de deportes o disciplinas acuáticas, es la resistencia, el hecho de tener que mantenerse a flote mientras que al mismo tiempo nadas, es algo que no todos podemos siquiera imaginarnos.
Algunas disciplinas como la gimnasia acuática o la natación artística en general, implica tener que sostener la respiración durante más de un minuto (para los más avanzados), mientras que flotas, giras, haces figuras de manera coordinada con otros nadadores, realmente algo que muchos lo veríamos cuesta arriba y que quienes lo hacen, solo pueden permitírselo porque cuentan con años de entrenamiento.
La natación es una buena manera de acostumbrarse al esfuerzo sobre el agua
Todos los deportes acuáticos requieren un trabajo integral de nuestros músculos y articulaciones, algo que puede ser traumático si no se hace bajo supervisión y de manera gradual. Por ello lo más recomendable es iniciarse con la natación.
En este deporte, además, pueden iniciar los más chicos desde los 3 años de edad, con lo que todo su desarrollo posterior será bastante armónico y al trabajar dentro del medio acuático, será mucho más fácil tener el desarrollo o fortaleza abdominal que se necesita para mantener luego el equilibrio.
Pero el mayor secreto para facilitar la práctica de los deportes acuáticos, es trabajar de manera integral nuestro cuerpo también fuera del agua, además de evitar el sobrepeso, se requiere cierta armonía en los movimientos, la fortaleza de nuestro cuerpo y eso solo se logra con algún trabajo constante en el gimnasio, con actividades y ejercicios combinados.