A quién no le gustaría pasar sus vacaciones, o al menos parte de ellas, a bordo de un maravilloso yate, un velero o por qué no, pasar unos días a bordo de un catamarán. Todas son opciones válidas para relajarnos, tomar el sol y disfrutar al máximo del mar, la costa o el paisaje.
Como no todos podemos permitirnos el lujo de comprar uno de estos barcos, hoy en día se ha puesto muy de moda alquilarlos, lo que nos permite, al menos por unos días, sentir la libertad de navegar y aprovechar para que cualquier celebración se convierta en un evento muy especial.
Los criterios de selección
A la hora de alquilar, encontramos a nuestra disposición prácticamente cualquier tipo de embarcaciones de recreo, ya sea un yate a motor o a vela, un velero, un catamarán, lanchas motoras, motos de agua… En cualquier caso, debemos pensar en varios aspectos antes de elegir el barco queremos alquilar:
- Número de personas será un factor determinante.
- Duración del viaje que tenemos planeado.
- Recorrido total que queremos completar durante el alquiler.
Otro punto importante será decidir si queremos alquilar un barco con o sin capitán o tripulación, ello dependerá de nuestras habilidades o experiencia para gestionar el barco. Esta cuestión no será sólo decisión nuestra, sino que dependerá en gran medida del tamaño y tipo de barco, yate, velero o catamarán que queramos. Aunque también será importante pensar que si queremos celebrar algún tipo de evento y simplemente disfrutar de la experiencia, lo mejor será alquilar un barco con capitán y olvidarnos del manejo para centrarnos plenamente en la diversión.
Por norma general, el alquiler de un barco es algo más rígido que el alquiler de un coche por ejemplo, sobre todo si pretendemos hacerlo en temporada alta. Julio y Agosto son los meses con más demanda de alquiler de barcos, por lo que los precios pueden ser bastantes mayores y las condiciones más restrictivas. El alquiler de un barco en Agosto o Julio, puede estar restringido a un mínimo de una semana, mientras que si realizamos nuestra escapada en los meses de Mayo, Junio, Septiembre u Octubre, además de tener también un excepcional tiempo para la navegación, podremos beneficiarnos de mejores precios y alquileres de fines de semana e incluso días sueltos.
La gerencia del buque
A la hora de alquilar un barco, gran variedad de empresas en el mercado y diferentes métodos para hacer la gestión.
En cuanto a la empresa, lo mejor es asegurarse de que cumple una serie de requisitos como: que mantiene los barcos en perfecto estado, que los barcos están autorizados para la actividad en cuestión (en este caso el alquiler), y que poseen una tripulación competente, titulada y cualificada con el fin de garantizarnos la mejor de las experiencias con premier casino.
Si atendemos a los métodos de alquiler, encontramos varias figuras que pasamos a explicar:
- Agencias de chárter: son empresas que organizan u ofertan alquiler, pero no son los propietarios de los mismos, por lo tanto no se ocupan del mantenimiento o estado del barco y no poseen gran detalle sobre los tipos de barco de los que disponen. A veces, el cliente puede encontrarse con alguna sorpresa tras el alquiler debido a la falta de información o la incorrección de la misma. Por el contrario, tienen un punto fuerte, y es que ofrecen multitud de destinos y tienen gran cantidad de ofertas disponibles.
- Empresas armadoras: los barcos que alquilamos con ellas son de su propiedad, lo que nos garantiza la mejor información sobre los mismos. La negociación debemos hacerla directamente con el propietario, lo que en la mayoría de los casos tiene ventajas frente a tener un intermediario. La parte negativa es que si queremos hacer una comparativa, ver distintos precios, distintos tipos de embarcaciones disponibles, tendremos que hacer nuestra propia tarea de investigación.
Un consejo a seguir muy importante a la hora de alquilar una embarcación es contar con el seguro correspondiente. Los accidentes náuticos son poco habituales pero no imposibles. Y llegado el caso, puede arruinar por completo nuestras vacaciones. El alquiler de un barco es bastante caro (en torno a 150-200 euros al día), a eso hay que sumar el combustible (si procede) y los gastos de consumo que se generen en el barco. Si a todo ello tuviésemos que sumar la reparación de algún elemento del barco, nos saldría infinitamente más caro que contratar el seguro correspondiente.
Por último, pero no menos importante, recordar una serie de normas de uso y comportamiento en el barco para garantizar tanto la seguridad como el mantenimiento del mismo: uso del baño, consumo responsable de agua y electricidad, cuidado del barco tanto en su interior como a la hora de navegar, mantener el orden, usar calzado y ropa apropiados…